Esta semana comparto con ustedes una nueva versión de un artículo que publiqué hace más de un año y que basado en los impresionantes resultados que hemos experimentado en este último año, continúo considerando que las células madre son una magnifica opción para “asegurar” su vida.
Hace un tiempo atrás consulté a José, señor muy respetable de 76 años que venía buscando una segunda opinión sobre la posibilidad de usar células madre para curar un tipo de leucemia que padecía. Las células en su medula ósea sencillamente habían dejado de funcionar y cada vez tenía menos glóbulos rojos, blancos y plaquetas. A pesar de haber visitado el Departamento de Oncología en hospitales locales, ninguno le había ofrecido una solución de trasplante.
El Instituto líder en nuestra comunidad en la aplicación de Células Madre Autólogas (AA) y particularmente yo, no trabajamos con casos de cáncer, pero este caso continúa dando pie a uno de los mis añorados sueños, de que muy pronto las células madre puedan salvar a pacientes como José y a muchos otros como él.
Seré un poco más explícito con este triste caso. José tenía sus células de medula ósea enfermas por la leucemia y la idea era buscar un donante que tuviera el código HLA, lo más parecido a José. El siguiente paso sería irradiar a José, para matar todas las células enfermas y ponerle las de medula sana (de la otra persona) y así revigorar su medula con células sanas. El riesgo era obvio, durante la irradiación pudiera fallecer, o si las células del donante no prendieran, irremediablemente llegaría el fin por una infección o sangramiento.
Pero todo este fallido proceso podría haber sido completamente diferente si José hubiera podido guardar en un banco, sus células 20 o 30 años atrás. Hoy día ya tenemos la posibilidad de guardar las células en nitrógeno líquido con técnicas especiales de conservación. Y se ha demostrado que una vez que se descongelen, cinco, 10 o 20 años después, más de un 98 por ciento de las células conservan su vitalidad. Si José hubiera podido guardar sus células, varias infusiones de ellas podrían haber curado su leucemia, sin necesidad de encontrar un donante. ¡Así el hubieran podido utilizar sus propias células (20 o 30 años) más jóvenes!
En nuestro Instituto nos dedicamos a la aplicación de Células Madre Autólogas a enfermedades como la artritis y cuestiones ortopédicas en rodillas, reparación de discos dañados o desgastados en la región lumbar o del cuello, al implante de células en tendones rotos en el hombro, muñeca y tobillo. También reparáramos lesiones de la cadera, del nervio ciático, así como restaurar la pérdida o daño en los nervios como el caso de la neuropatía periférica, algo difícil de imaginar 20 años atrás.
Pero todo esto lo hacemos con las células en el mismo instante que la obtenemos o colectamos, pero ¿se imagina si pudiera descongelar una porción de sus células almacenadas hace 20 años e inyectársela pura o mezclada con sus células actuales?
Todavía recuerdo la cara de José cuando se despidió de mí con una leve sonrisa, comprendiendo que su remedio llegaría muy tarde para él, sentí un dolor en mi corazón por no poder ayudarlo. Pero más temprano que tarde, sé que mi sueño se hará pronto una realidad y podremos ayudar a muchos como José. Por el momento, continuaré mi batalla para establecer las células madre como un tratamiento y mejorar aquellos que tenemos, pero sobre todo establecer un banco de células madre como el mejor seguro de vida que se pudiera comprar.
Así que si usted, un familiar o amigo están interesados en recibir tratamiento con Células Madre o PRP, llámenos al 305 598-7777. Para más información visite: www.stemcellmia.com en inglés y español o en YouTube @Stemcellmiami. También síganos en FB o Twitter. Stem Cell Miami estará agradecido de que comente sobre el artículo o si desea escribirles directamente hágalo a: info@stemcellmia.com